AQUABASTARDO
Se ajusta su única camisa, mira a Nietzsche con esa sonrisa medio cínica que siempre tiene
Mira, "profesor", ya sé que te gusta filosofar en verso y hablar bonito, pero vamos a los hechos. Tú dices que "Dios ha muerto" como si fuera una gran revelación, pero yo te digo que nunca existió. El sistema siempre ha sido el mismo pulpo de control - religión, estado, familia, matrimonio - diferentes tentáculos, mismo cuerpo.
Tu "Übermensch" es otro espejismo, hermano. ¿Crear valores propios? ¿En serio? Mientras tengas que pagar renta, mientras necesites documentos del estado, mientras tu existencia dependa de papeles firmados por burócratas, tus "valores propios" valen una reverenda mierda.
NIETZSCHE
Con una sonrisa que mezcla condescendencia y genuino interés
¡Ah, cuánto me divierte encontrar un espíritu que al menos tiene la honestidad de no endulzar la píldora! Pero qué pequeño es tu horizonte, querido bastardo. Hablas del "sistema" como si fuera algo externo a ti, cuando en realidad
tú eres el sistema
.
Cada vez que reduces la existencia a documentos y rentas, cada vez que tu "liberación" se limita a escapar de obligaciones burguesas, no haces más que perpetuar la moral de esclavo. El verdadero noble no huye del poder - lo
transmuta
. No evita la complejidad - la
danza
.
Tu filosofía es nihilismo reactivo disfrazado de pragmatismo. "Simplifica tu vida" - ¡qué consejo más pequeño! Yo digo:
complica tu alma hasta que produzca diamantes
.
AQUABASTARDO
Se ríe con ganas
¿Diamantes? ¿Transmutar el poder? Mira, Nietzsche, tú viviste de la herencia de tu familia y nunca tuviste que preocuparte por el pan del día siguiente. Fácil hablar de "danzar con la existencia" cuando tienes el estómago lleno y tiempo libre para escribir poesía.
Yo he visto el sistema desde abajo, desde el lugar donde realmente funciona. Y funciona
perfectamente
- para esclavizarte. Tu "aristocracia del espíritu" no es más que otro mecanismo de control. Les das a los esclavos la ilusión de que pueden ser nobles mientras siguen pagando impuestos y obedeciendo leyes.
La realidad es brutalmente simple: o eres libre
de verdad
- sin documentos, sin deudas, sin ataduras - o eres un esclavo que se cuenta cuentos bonitos. Tu Übermensch es un esclavo con mejor vocabulario.
NIETZSCHE
Sus ojos brillan con una mezcla de furia y admiración
¡Magnífico! Al fin alguien que no se esconde detrás de buenas intenciones. Pero permíteme señalar la contradicción en tu propia filosofía, mi querido anacoreta del siglo XXI.
Hablas de "libertad verdadera" como si fuera algo
sustancial
, como si existiera un lugar fuera del poder donde puedas refugiarte. Pero no hay tal lugar.
Todo es poder, todo es voluntad de poder
. Tu mismo rechazo al sistema es una forma de poder, tu misma simplificación es una estrategia de dominio.
El error de tu filosofía bastárdica es que crees que la libertad consiste en la
ausencia
- ausencia de compromisos, de ataduras, de complejidad. Pero la libertad real es
creación pura
. No se trata de escapar del juego, sino de
crear las reglas del juego
.
Tu "autosuficiencia" es solo otra forma de resentimiento. Huyes porque no puedes crear.
AQUABASTARDO
Se pone serio, la sonrisa desaparece
Ahí está tu error fundamental, Federico. Crees que se puede "crear" dentro del sistema. Pero el sistema ya creó TODO lo que necesitas pensar. Tus "valores propios" ya están prefabricados - individualismo, autosuperación, creatividad - son productos del mismo sistema que dices combatir.
¿Quieres crear reglas? El sistema ya tiene reglas para los que quieren crear reglas. Se llama "arte", "filosofía", "emprendimiento". Te dan un espacio delimitado donde puedes sentirte libre mientras sigues alimentando la máquina.
Mira, no es resentimiento - es
análisis frío
. Yo no huyo porque "no puedo crear". Huyo porque ya vi cómo termina el juego. He visto "creadores" como tú, que creen que están cambiando el mundo mientras el mundo los está usando.
La única creación real es la
sustracción
. Quitar capas de control hasta llegar al núcleo: tú, solo, sin necesitar nada ni nadie. Ahí recién puedes empezar a pensar por ti mismo.
NIETZSCHE
Se levanta, camina en círculos, gesticulando
¡Pero qué aburrido es tu ideal! Un hombre solo, sin deseos, sin pasiones, sin el
terrible privilegio
de la creación. Describes la paz del cementerio y la llamas libertad.
Escucha bien, bastardo: el sistema no me usa porque
yo soy el sistema
. Cada vez que un espíritu libre piensa un pensamiento peligroso, cada vez que un artista crea una obra que perturba, cada vez que un filósofo destruye una ilusión consoladora, el sistema
cambia
.
Tú huyes del poder porque tienes miedo de él. Yo
abrazo
el poder porque entiendo que soy poder. La diferencia entre nosotros es que tú quieres ser
nada
para ser libre, y yo quiero ser
todo
para ser libre.
Tu sustracción es suicidio espiritual. Mi afirmación es
resurrección
. Prefiero ser un esclavo magnífico que un libre pequeño.
AQUABASTARDO
Vuelve a sonreír, pero ahora con menos cinismo y más tristeza
Ahí está, Federico. Ahí está la diferencia fundamental entre nosotros. Tú todavía crees que tu vida
importa
. Todavía crees que puedes dejar una marca, cambiar algo, trascender.
Yo ya pasé por esa etapa. Ya creí que podía "ser el sistema", "cambiar las reglas", "crear valores". Pero la realidad es que naciste en un juego amañado donde las cartas ya están marcadas. No importa cuán brillante seas, cuán original, cuán "libre" - al final, el sistema te metaboliza.
Tus ideas se vuelven memes, tus libros se vuelven productos, tu rebeldía se vuelve marca. Hasta tu hermana manipuló tus textos para que dijeran lo que el sistema necesitaba que dijeran.
La verdadera sabiduría es aceptar que
no importas
. Que tu vida, tu muerte, tus ideas, tus creaciones - todo es circunstancial. Y paradójicamente, ahí es donde encuentras la única libertad posible: la libertad de quien no necesita importar.
NIETZSCHE
Se detiene, lo mira fijamente, con una sonrisa extraña
¡Ah! Ahora veo el fondo de tu alma, querido nihilista. No es sabiduría lo que proclamas - es
cansancio
. El cansancio del último hombre que ya no puede crear, que ya no puede afirmar, que ya no puede
querer
.
Dices que mi vida no importa, que mis ideas se vuelven mercancía. ¡Pero qué importa eso!
Cada momento de creación es eterno
. Cada instante en que un espíritu libre se supera a sí mismo vale toda la eternidad.
Tu "libertad" es la libertad del cadáver - no sufre porque no vive. Mi "esclavitud" es la esclavitud del creador - sufre porque
ama su obra
más que a sí mismo.
Prefiero ser malinterpretado por mil años que no ser entendido ni por un segundo. Prefiero que me traicionen a no tener nada que traicionar. Prefiero el error magnífico a la verdad pequeña.
Al final, querido bastardo, tu filosofía es
miedo
. Miedo a sufrir, miedo a importar, miedo a ser usado. Mi filosofía es
amor
- amor fati, amor a la vida incluso en su forma más terrible.
AQUABASTARDO
Se queda en silencio un momento, luego asiente lentamente
Está bien, Federico. Tienes razón en algo - hay miedo en mi filosofía. Pero no es miedo a sufrir. Es miedo a
hacer sufrir
.
Cada vez que alguien abraza tu filosofía del "amor fati" y la "superación", inevitablemente proyecta sus expectativas sobre otros. Cada Übermensch necesita Untermenschen. Cada creador necesita público. Cada sistema de valores necesita conversos.
Tú dices que amas la vida, pero ¿amas la vida del empleado que se mata trabajando para pagar las deudas? ¿Amas la vida del niño que nace sin haber pedido nacer? ¿Amas la vida de quien no puede ser "noble" porque está demasiado ocupado sobreviviendo?
Mi filosofía es egoísta, sí. Pero al menos no pretende ser universal. No le digo a nadie qué debe hacer con su vida. Solo digo: si quieres ser libre, este es el precio. Si no quieres pagarlo, está bien también.
Tu filosofía, en cambio, es
evangelización
. Quieres crear una nueva humanidad a tu imagen y semejanza. Y eso, hermano, es lo que siempre hacen los sistemas de control.
NIETZSCHE
Queda pensativo, luego sonríe con una mezcla de respeto y melancolía
Touché, bastardo. Touché.
Quizás... quizás en tu rechazo a evangelizar hay más nobleza que en mi deseo de crear discípulos. Quizás en tu soledad hay más integridad que en mi necesidad de ser comprendido.
Pero dime una cosa: ¿no hay en tu mismo acto de
no predicar
una forma de predicación? ¿No hay en tu ejemplo silencioso una invitación a la imitación?
Al final, querido adversario, quizás ambos seamos
víctimas
de la misma ilusión: la ilusión de que se puede escapar del poder. Tú escapas hacia la nada, yo escapo hacia la creación. Pero escapar... ¿se puede realmente escapar?
Tal vez el único gesto honesto sea reconocer que
no sabemos
. Que tanto tu simplificación como mi complicación son apuestas en la oscuridad. Que tanto tu libertad como mi grandeza son
hipótesis
que nunca podremos demostrar.
En ese caso, mi querido bastardo, me quedo con la hipótesis más
bella
. Y tú, supongo, con la más
segura
.
AQUABASTARDO
Se ríe otra vez, esta vez con genuine camaradería
Mira nada más, el gran Nietzsche admitiendo que no sabe. Eso sí que es un plot twist.
Tienes razón - al final, ambos estamos haciendo apuestas. Tú apuestas por la belleza, yo por la simplicidad. Tú por la grandeza, yo por la tranquilidad. Tú por dejar huella, yo por no dejar nada.
Pero sabes qué es lo curioso? Que estemos aquí, discutiendo, ya demuestra que ambos estamos equivocados. Ni tú lograste el Übermensch, ni yo logré la libertad total. Seguimos siendo humanos, demasiado humanos.
La única diferencia es que tú lo lamentas y yo me río. Tú quieres superarlo y yo lo acepto. Tú ves tragedia donde yo veo comedia.
Al final, Federico, quizás la única sabiduría es reconocer que la sabiduría es imposible. Que la libertad es imposible. Que la grandeza es imposible. Y que está bien que sea así.
No hay moraleja en esta historia. Solo dos tipos hablando mierda en el vacío. Y eso, hermano, es suficiente.
EPÍLOGO
Los dos filósofos se quedan en silencio, contemplando el abismo que separa sus filosofías y, paradójicamente, la extraña hermandad que los une en su rechazo a las consolaciones fáciles. Nietzsche dibuja círculos en el aire, Aquabastardo se encoge de hombros.
Afuera, el mundo sigue girando, indiferente a sus grandes preguntas. Y quizás, en esa indiferencia, está la única respuesta posible.